Iluminación: un detalle fundamental en la decoración
En un proyecto decorativo, la iluminación es un detalle fundamental que nunca se puede descuidar. Por ello, son necesarias una adaptación y una planificación rigurosas, puesto que cada espacio exige un tipo de iluminación diferente.
Es importante saber seleccionar y distribuir los puntos de luz correctamente para que exista armonía en el estilo decorativo, en los materiales y en los acabados seleccionados, así como en la adecuación del espacio a su funcionalidad.
Cocina
Puesto que suele ser un lugar muy concurrido, se debe iluminar adecuadamente para ver bien y con precisión. La iluminación debe ser eficiente y clara, por lo que es muy frecuente el uso de luz fría porque es más intensa.
Además de la luz natural que entra por ventanas, tejas de vidrio y otros materiales transparentes, hay que incluir iluminación artificial. Así, las lámparas de techo colgantes o las guirnaldas LED instaladas en el mobiliario conceden al espacio una nota de elegancia y destacan elementos fundamentales, como la mesa o la encimera.
Salón
Este suele ser el lugar preferido por muchos y normalmente refleja el gusto de sus habitantes. Es el espacio en el que se recibe a las visitas y también en el que se pasa la mayor parte del tiempo. Por tanto, además de bonito, tiene que ser agradable y cómodo.
Ya sea para recibir a amigos o para relajarse, la iluminación tiene que ser acogedora y suave, y ha de estar bien distribuida por el espacio. En este caso, la iluminación más difuminada y dirigida es una opción excelente. Para ello, se pueden combinar armoniosamente lámparas de techo, de suelo o de pared con pantallas, lo que permite destacar obras de arte, mobiliario o butacas.
Habitación
El objetivo de esta estancia es que sean un espacio cómodo, tranquilo y relajante. Además de la luz natural, la artificial ha de ser suave y agradable, uniforme e indirecta. Así, las lámparas de techo, de mesilla o de pared en el cabecero de la cama son excelentes opciones para los amantes de la lectura o de ver la televisión antes de dormir.
Cuarto de baño
Este es el espacio en el que más errores se suelen cometer en lo que a iluminación respecta. En las proximidades de la bañera, la luz puede ser indirecta y menos intensa, para proporcionar un momento más relajante. Por el contrario, en el lavabo y en la encimera, la luz tiene que ser más clara, puesto que es la zona en la que nos arreglamos antes de salir a la calle. El propio espejo puede incluir iluminación.
Despacho
Aquí, la iluminación tiene que ser discreta y estar adaptada a las necesidades de quien lo utiliza. Los puntos de luz sirven, sobre todo, para destacar estanterías, la mesa o el ordenador. Si hay una zona exclusiva de lectura o para escuchar música, recomendamos optar por una fuente de luz secundaria, que sea cercana y más intimista.
¿Luz cálida o fría?
Para esta pregunta, no hay una respuesta unánime, ya que todo depende del gusto de cada persona y de la sensación que cada color provoca. No obstante, se suele optar por bombillas de luz cálida para las zonas más íntimas y sociales, mientras que las bombillas de luz fría se reservan para las zonas de trabajo y la cocina. En otras palabras, si desea una sensación acogedora, opte por bombillas cálidas y de menor intensidad. Sin embargo, si necesita más luz para ver mejor, las frías son fundamentales.
De hecho, la iluminación desempeña un importante papel en el ámbito de la decoración. Una buena decoración no sirve de nada si el espacio no está bien iluminado. Por un lado, la iluminación pone en valor la decoración y, por otro, es imprescindible para la funcionalidad de cada espacio. Si desea reformar o construir una casa, este es un aspecto importante que debe tener en cuenta. Por ello, es conveniente contar con excelentes profesionales que le garanticen la ejecución de su proyecto.